Buenavista del Norte: Tierra aborigen

Desde los primeros momentos, tras la conquista de la isla de Tenerife por la Corona Castellana, se pueblan los mismos espacios donde se asentaban los aborígenes, realidad que se observa en la distribución geográfica de los yacimientos arqueológicos identificados en los estudios que se han llevado a cabo. El núcleo poblacional del valle de El Palmar más denso, el caserío del mismo nombre, se localiza a unos 8 km del casco del municipio, entre los 300 y 500m de altitud. Sus 800 vecinos se reparten en un paisaje salpicado de casas tradicionales y bancales de cultivo de piedra. Este caserío junto al de las Lagunetas y Las Portelas dominan un fértil paraje cercado por las cumbres de Baracán y el Monte del Agua. De aquí parte una red de senderos de alto valor paisajístico y etnográfico.

Reino de Daute
Los guanches habitaban, en gran número, en diferentes grutas de la costa y la montaña. La población aborigen de este bando fue la última en sucumbir al poder de la corona castellana en la isla de Tenerife.
Acta fundancional
Buenavista del Norte posee acta fundacional datada en 1513, aunque se tenían noticias de su población desde finales del siglo XV por un documento de cesión de tierras de riego que hizo el Adelantado Alonso Fernández de Lugo a Diego de Cala.
Valle de El Palmar
Históricamente, tanto por sus recursos hídricos como por la calidad de sus suelos, ha sido fuente estratégica continua de desarrollo para la comarca. Los aborígenes disponían de senderos de trashumancia y poblados en sus entornos inmediatos.